En mi columna anterior compartí sobre “Mis No Negociables” Si quieres conocer más sobre mí, ¡Puedes leer mi columna aquí!
En las últimas semanas había estado recibiendo correos electrónicos indicando que las publicaciones de mis artículos científicos estaban siendo citadas por otras personas en sus investigaciones. Esto siempre es algo que me llena de emoción. Pero había un “record” personal al que anhelaba llegar, y no necesariamente dependía de mí. Se trata del Índice-i10 de Google Scholar.
Probablemente no estés tan familiarizado con estos términos, sin embargo, quiero tomar esta oportunidad para compartirte más detalles de lo que esto significa. Pero para brindarte contexto, nos trasladamos a las primeras semanas de la pandemia en 2020. Yo me encontraba en mi segundo año de Maestría en la Universidad Hebrea de Jerusalén, en Israel. Claramente, cada persona vivió este tiempo de forma diferente. En mi caso, me encontraba viviendo en la Facultad de Agricultura de la Universidad, en la ciudad de Rehovot. Mi laboratorio estaba dentro del campus, entonces en la medida de lo posible, logré avanzar en mis experimentos y tesis de maestría. Sin embargo, la incertidumbre de no saber cuánto tiempo duraría la pandemia, estar lejos de mi familia sin saber cuándo sería la próxima vez que les vería, y tantas cosas más, solamente aumentaban mis preguntas.
Cuando de mi trabajo de laboratorio se trataba, mi mentor, el Dr. Shlomo Nir se aseguró de mantenerme ocupada en la medida de lo posible. Continuamos realizando experimentos en el laboratorio, sin perder de vista que en septiembre de ese mismo año estaría presentando mi tesis como requisito de graduación. En medio de todo, meses atrás veníamos trabajando en mi primer artículo científico en conjunto con otros investigadores, y el 16 de Febrero habíamos enviado a la revista ‘Applied Sciences’ nuestro aporte. Para nuestra sorpresa, en abril nuestro artículo había sido aceptado y publicado por esa revista. Este momento fue uno importante para mí, puesto que ¡era mi primer artículo científico publicado! Además, fue incluido en un Número especial del décimo aniversario de Applied Sciences: “Artículos invitados en la sección “Ciencia y Tecnología Ambiental y Sostenible”.
Este había sido uno de mis sueños: poder publicar en una revista científica. Esta publicación fue una motivación muy fuerte para continuar avanzando con mis experimentos en medio de la pandemia. Aún cuando todo se detuvo, esta misma emoción siguió alimentando mis ganas de dar lo mejor para culminar mi investigación.
Ahora, regresando al tema del “índice-h”, y el “Índice i-10”, ambos se refieren a medidas de producción científica, es decir, son indicadores cuantitativos que dan a conocer el valor de las publicaciones en la comunidad científica. Ambos pueden ser considerados como indicadores de la calidad profesional de publicaciones. Existen otras medidas e índices de acuerdo a los buscadores académicos disponibles.
En este caso, el Índice H utilizado en Google Scholar, es un indicador del número de artículos (h), que tienen al menos (h) número de citas en los últimos 5 años. Es decir, que es un trabajo que ha sido tomado como referencia científica en otras investigaciones.
Ahora, el “i-10 Index” es el que indica el número de publicaciones que han sido citadas al menos 10 veces cada uno. ¡Este era el índice en el que quería estar y que finalmente llegó! Mi primera publicación científica, esa misma del 2020, finalmente ha sido citada en otros trabajos 10 veces en los últimos años.
Si bien es cierto, existen diferentes métricas para conocer el impacto que tienen diferentes autores en el mundo científico, el Índice H y el Índice i-10 (h-index, i-10 index) son utilizados en Google Scholar (Google Académico) cómo un parámetro de productividad de los investigadores. Esto no define la calidad de los trabajos cómo tal, pero permite saber su nivel de influencia en el área de estudio específica. Estos índices no necesariamente dependen del autor de las publicaciones, puesto que se consideran las citas bibliográficas de otros autores a un trabajo en específico. Además, existen otras métricas que determinan la calidad o nivel de influencia que tienen las revistas científicas de acuerdo al nivel de artículos publicados, citas o referencias bibliográficas que tienen cómo casa editorial, entre otros.
Espero que con este blog hayas aprendido al menos 1 detalle nuevo sobre las métricas utilizadas en buscadores académicos. Y recuerda que ningún sueño es tan pequeño que no puede cumplirse. Con el pasar de los años he visto que todo esfuerzo vale la pena. Aún cuando nadie está viendo o valorando lo que haces, en su tiempo, estoy segura que cosecharás todo lo que siembras. ¿Cuáles son tus sueños? ¿Cuáles son esos “records” personales que quieres alcanzar?
Te invito a seguir leyendo mi columna de opinión donde comparto sobre temas que me apasionan.
Ana R. Benitez
MSc. Agri. Calidad Ambiental (Universidad Hebrea de Jerusalén, Israel).
Ing. Ambiente y Desarrollo (Zamorano, Clase 2017).
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