¿Te habías detenido a pensar en esto?
¿Te ha pasado que has estado muy cerca de que en segundos cambie el rumbo de tu vida? Quizás te has salvado de recibir una mala noticia, de tomar una decisión equivocada, de un accidente de auto o una caída a un precipicio.
Ante esa escena, seguro te sudan las manos, empalideces y te imaginas el fin. Luego de reponerte de la súbita impresión que te sacudió la cabeza unos minutos, te detienes a pensar en todo aquello que no has logrado y repentinamente te invaden unos deseos enormes por vivir.
Es muy común que en ese preciso momento donde sentimos que eso que damos por hecho se puede escapar de nuestras manos, es justo cuando lo valoramos. Y también, es humano que al cabo de unos días este sentimiento disminuya.
Ya lo decía Steve Jobs en su famoso discurso en la Universidad de Stanford en 2005, que la idea de pensar que podría morir fue la herramienta que le ayudó a tener ese sentido de urgencia para tomar sus mejores decisiones. Ya que el temor, el orgullo, la vergüenza, todo desaparece frente a la muerte.
Recordar cada día que un día ya no estaremos, y pensar en cómo queremos que nos recuerden nos hace ser más conscientes de nuestra existencia, de nuestro propósito, de empezar ya mismo con ese proyecto que tanto hemos soñado, y que quizás hemos procrastinado; pensar en ello, nos hace ser más diligentes, determinados y eficientes.
No se trata de llamar a la muerte cada día, sino de optimizar el activo más grande que tenemos los seres humanos, EL TIEMPO.
Y la gran pregunta, ¿Cómo optimizamos el tiempo para lograr un proyecto personal?
Durante los últimos años gestionando mis proyectos creativos, emprendimientos y retos deportivos, comparto las 5 que más me funcionan:
1. Dedicar un tiempo específico de tu día o de tu semana a lograr ese objetivo y agregarlo a tu calendario personal. (Google Calendar es ideal)
2. Anotar en la agenda o en alguna app todas las ideas que se me ocurren durante el día relacionado al proyecto para tener inspiración y desarrollarlo mejor. (Google Keep es un gran aliado)
3. Hacer una lista de tareas y dividirlas por fases, de acuerdo al momento que deberían suceder y, establecer plazos.
4. Alejar el móvil mientras se trabaja en el proyecto, evitar distracciones de redes sociales, mensajes, llamadas etc.
5. Tener un mentor o alguien a quién le confíes el proyecto, para que te apoye con recordatorios, seguimiento y cumplimiento de objetivos.
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