Si bien es cierto, muchos comenzamos el año escribiendo o pensando en las metas y objetivos que queremos lograr en este año. Es muy fácil sentirte motivado cuando tienes un objetivo claro.
Sin embargo, existen días donde esa motivación deja de ser, y si no has desarrollado hábitos que permitan crear una disciplina alrededor de los objetivos que te trazas, se vuelve muy fácil dejar a un lado eso que tanto anhelabas, por el simple pensamiento de “mejor otro día”.
Uno de los libros que estoy leyendo mencionaba esta misma frase de una forma que me impactó. Colocaba de ejemplo una frase del autor Steven Pressfield, que en su libro “The War of Art” que describe: “No nos decimos a nosotros mismos: ‘Nunca voy a escribir mi sinfonía’. En su lugar, decimos: “Voy a escribir mi sinfonía; voy a empezar mañana”.
Esta frase me llevó a meditar en los objetivos que me propuse al inicio de año, y cuántos de ellos he logrado mantener, y otros que aun debo dedicarles más atención y ser intencional para lograrlos. Y con esto llegamos a la pregunta “¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?”. Probablemente ya has escuchado esta frase o una variante de la misma. Pero es curioso pensar en que algunas de las cosas que hicimos por primera vez, ahora son cosas que tomamos por hecho y dejaron de tener un aspecto emocionante. Por ejemplo: la primera carrera que corriste, o que nadaste en el océano, que te inscribiste para hacer una nueva actividad, que te subiste a un avión, la primera vez que compraste algo que tanto anhelabas.. y la lista puede continuar.
¿Cuándo fue la última vez que te propusiste algo y lo lograste? ¿Qué hizo la diferencia? ¿Cuál fue tu motivación?
Personalmente, considero que nuestros hábitos hacen la diferencia en todo lo que hacemos. Siempre es bueno regresar a tus objetivos y darles una oportunidad de ser evaluados (por ti mismo) con el fin de mejorar.
Cuando exponemos nuestros intereses y objetivos en los que no parecemos estar avanzando, nos damos la oportunidad de hacer cambios. ¡No tienes que sentirte mal por decidir hacer de una manera diferente las cosas! De hecho, es más alentador hacer cambios cuando no estás viendo los resultados que esperas en las cosas que estás haciendo.
Y regresando nuevamente a la pregunta inicial, ¿Cuándo fue la primera vez que hiciste algo por primera vez? Personalmente he retomado algo que por mucho tiempo había dejado de hacer… correr. ¡Si! Soy alguien que disfruta correr en espacios abiertos. Y en las últimas semanas he logrado retomar (en la medida que me es posible) este hobby. Y la alegría de practicar esto me deja, ¡Es como la primera vez que corrí! Pero gracias a una buena amiga, he estado identificando nuevos lugares donde practicar este hobby en Tegucigalpa, Honduras.
Nuevamente, quiero invitarte a revisar tus metas y objetivos que te propusiste al inicio de año ¡Y comenzar de nuevo! No debes esperar que el año termine para comenzar a disfrutarlo.
Te invito a seguir leyendo mi columna de opinión donde comparto sobre temas que me apasionan. Si no has leído mi columna anterior, te invito a hacerlo aquí: Tres razones por las que me gustó estudiar en Israel.
¡Hasta pronto!
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