Demasiada Carga: Trae Frustración

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Hoy, un amigo empresario que admiro mucho por esa, casi única, capacidad de dar muchas oportunidades a sus colaboradores aún en medio de lo que a veces resulta imposible, me llamó para pedirme un consejo no sólo como amiga sino también como empresaria y como coach.

Y justo en ese momento, comencé a orar para pedirle a Dios no sólo el consejo profesional sino también lo que ÉL desea formar en la persona que me accedió, porque siempre como dice mi hija Marisa: “Habrá dos o más versiones en una circunstancia de relacionamiento personal, laboral o de otra índole”.

Fue así como comencé, después de ello, a escuchar atentamente y con mucha precisión su narrativa acerca de lo que, podría ser para él, el motivo del por qué se encontraba tan decepcionado.

A veces no sólo es el conflicto actual

Después de casi 40 minutos en los que discerní ya había soltado y por ende liberado una gran cantidad de su conflicto interno, comencé a utilizar una de las herramientas más precisas de mis dos profesiones: la pregunta.

Cuando desees desenredar una madeja emocional, te sugiero que preguntes: Ante lo expuesto, ¿qué es lo que tú deseas hacer?

Y ahí inició su exposición casi de la A la Z de lo que ha deseado hacer pero no había podido, de lo que había hecho, pero aún así no ha obtenido resultados y de lo que su corazón desea pero no ha consolidado

Estamos ante un caso de elevada frustración emocional 

Cuando pude determinar que lo que le sucedía en escala de sucesos, a mi gran amigo empresario y que puede sucederte a ti, es que poseas:

  • Postergación – El haber acumulado el asunto en referencia se le había mezclado con una serie de sucesos Gerenciales que aún, no había resuelto.
  • Confusión Emocional– El haber analizado todo el contexto de este caso en específico, desde su sistema límbico (estrés) le había procurado mucho estrés.
  • Decepción– El haber preparado a su Colaborador, darle seguimiento a su desempeño de manera constante y que éste no respondiera a sus demandas laborales, lo tenía sencillamente frustrado.

Solución

El escucharle, el acompañarle, el tomar de su propio discurso palabras que le hicieron un click con su propia historia, lo llevaron a auto analizar su propia falla en cuanto al manejo de la situación.

¡Aquí fue justo el momento en el que él tuvo más claridad!

Reunirse con sus Colaboradores fue parte del proceso, pero no escucharle en sus propias demandas de “No quiero continuar aquí”, negarse a “soltarlo”, provocó que la situación entrara en el lugar de “Los asuntos NO resueltos “y esto confirmó lo que enuncié al inicio de este artículo:

Demasiada carga:

Trae frustración

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Patricia Arias

CEO de ComunicArte
Speaker Internacional
Escritora

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