En Nashville, Tennessee los mexicanos también se han esforzado por mantener mas viva que nunca su cultura y tradiciones.
Algunos emprendieron en tiempo de crisis y pandemia, como el caso de ‘Panecito Kale’, un emprendimiento que se fundó en el año 2020 aprovechando el auge de los popup latinos; en ese momento, “vi que hacía falta la parte mas deliciosa dulce, refrescante y picante que a todo mexicano nos encanta desde pequeños. Y siendo mamá de dos pequeñas (Karen y Leah) todos los conceptos estaban 100% enfocados en los adultos, nadie pensaba en los pequeñines” dijo a Ruta5, Dora Martínez, una emprendedora de 36 años de edad, originaria de la ciudad de Oaxaca de Juarez, conocida como la Verde Antequera.
Dora heredó de su abuela materna, Alicia, el amor por la cocina; recuerda que de niña los mejores momentos de su infancia los vivió junto a sus primos mientras ayudaba a pesar los ingredientes. “De todos los nietos, soy la única que aprendí a cocinar sus comidas y seguí elaborando sus postres y panecillos. Mis panes favoritos eran las conchas”.
Una variedad de pan dulce mexicano que se ha convertido en el producto estrella de ‘Panecito Kale’ por su apariencia y sabor original. “Hace un año, empezamos a vender cada martes nuestro producto en East Nashville Farmers Market y rápidamente tuvimos éxito con nuestro menú”.



Sus productos conquistaron los paladares más exigentes quizá porque son una mezcla de matcha, blueberry y otros sabores no convencionales; cada uno tiene un topping diferente e incluso, algunas ilustraciones de Sailor Moon, Unicornios, y otros personajes infantiles de temporada.
Su producto “best-seller” es también el famoso ‘pan de muerto negro’, con cenizas de totomoxtle y el rosita, con relleno con dulce de guayaba. Además, la ‘concha drink’ que viene en la tapa del agua fresca; “somos los primeros y únicos con este concepto, no hay algo parecido en la ciudad” asegura Dora.
Cuando esta mamá emprendedora elabora cada ‘Panecito Kale’, recuerda el amor por su familia que la trajo hasta aquí. Y especialmente, piensa en los niños que no tienen la oportunidad de viajar y conocer México; un país del que emigró en su adolescencia para reencontrarse en Estados Unidos con su papá, que había emigrado al norte desde hacía varios años. “Al llegar a este país, con mi mamá y mi hermana, fue un choque cultural tremendo, sufrí de bullying por no hablar inglés…estudiaba mucho para poder encajar en esta nueva cultura. Finalmente, pude graduarme con honores de la secundaria y poco a poco fui amando este país, que ahora después de 21 años puedo decir que es mi segundo hogar”.
La inversión inicial de Dora Martínez fue de USD$200 dólares americanos, un costal de harina, otro de azúcar y algunas docenas de huevos. Con las primeras ganancias, compró algunos utensilios nuevos, estantes y nuevos ingredientes para las primeras órdenes que elaboraba desde su casa. Hoy en día, sus productos se venden por montones en uno de los mercados más populares de la ciudad y próximamente en otros condados de Tennessee, a bordo de su mini truck. /R5/
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