“La vida es muy corta para no encontrar su montaña y llegar hasta su cumbre” dice Thais Herrera, mientras le preguntamos ¿cuál es el mejor consejo motivacional? que como alpinista puede darnos.
La deportista que nació en Santo Domingo, es la menor de una familia de 9 hermanos, titulada como Ingeniera Industrial con Maestría en Alta Gerencia, Presidenta de AsertivaRD (@asertivard) una empresa especializada en capacitación de experiencias (experiential learning) y teambuilding; conferencista en el formato storytelling, habla varios idiomas, atleta master multideporte (triatlón, trail running, escalada deportiva, buceo, etc) y también voluntaria en proyectos relacionados al cáncer infantil, medioambiente, entre otros.
Pero el reto más grande de toda su vida quizá ha sido cuando decidió escalar por primera vez en el año 2015 la cima del Mt. Rainier en Estados Unidos. “Sentí como que era un sueño, y que en algún momento iba a despertar” dice Thais a Ruta5. A esa expedición le seguiría el Aconcagua (la montaña más alta de América), que a pesar del primer intento fallido, la dominicana no se venció y eligió intentarlo una vez más hasta quitarlo de su lista de pendientes.

“Eso sucedió a causa del mal clima que nos hizo tener que retornar. En ese momento me sentí muy frustrada, por todo el tiempo y el dinero dedicado, que sentí había desperdiciado. Sin embargo, la vida me permitió regresar, y en esa ocasión lograr la cumbre no fue lo más relevante, sino las personas con quienes escalé, unos montañistas de varios lugares del mundo, cada uno con una historia increíble, que se han convertido en hermanos y ahora reconozco que de no haber fracasado esa primera vez en dicha montaña, quizás nunca los hubiera conocido y mi vida no fuera igual” recalca nuestra entrevistada.
Luego vendrían desafíos aun más fuertes, como el Monte Elbrus (el más elevado de Rusia), Denali: la montaña más alta de Alaska, el Kilimanjaro (África) éste último con una elevación de más de 5891,8 metros, que logró junto a su hijo Yamil en agosto del 2022. “Al momento he escalado unas 25 montañas alrededor del mundo, donde destacan 4 de las del proyecto de 7 Summits, las montañas más altas de cada continente, de las cuales he escalado las más altas de América del Norte, América del Sur, África y Europa: Denali, Aconcagua, Kilimanjaro y Elbrus, respectivamente”.
Pero, ¿de dónde surgió el deseo de Thais por ser alpinista?
“De niña pertenecí al movimiento Scout, lo que me permitió estar en contacto con la naturaleza” recuerda la empresaria de 46 años de edad; fue en su edad adulta, cuando a su empresa AsertivaRD la contratan para la gestión de un evento de Triatlón, y Herrera decide retomar su pasión por los deportes. A partir de ese momento el trail running (carrera de montaña) y el montañismo en general, se vuelven parte de su vida diaria.




Thais comenzó con una beca en una escuela de glaciares, donde logró escalar en nieve con la aspiración de escalar el Everest algún día. Sin embargo, se concentró en su esposo hasta verlo partir, después de perder su batalla contra el cáncer; meses más tarde, la montañista retoma nuevamente sus viajes y en esa primera salida a Ecuador, conoce al famoso escalador de velocidad Karl Egloff, quien se convierte tiempo después en el mentor de Thais. “Esto me inspira a realizar los ascensos a las montañas más altas de cada continente, buscando demostrar que es posible para las personas normales, alcanzar los sueños que se propongan”, subraya.
Bajo esa premisa, este 2023 Thais quiere conseguir un nuevo récord: llevar la bandera dominicana por primera vez a las cumbres más altas de cada continente y a los polos norte y sur; lo que se conoce como el Explorer’s Grand Slam. Cada día se prepara con mucha disciplina para sus próximas expediciones, en las que también incluirá el Monte Vinson en Antártida; éste último con una elevación de 16,050 pies; “me preparo bajo un esquema de entrenamiento diario, donde trabajamos cardio, resistencia (endurance), fortalecimiento y hacemos un trabajo mental, pues esto es vital para lograr grandes retos” detalla.
Sin olvidar por supuesto, el apoyo de su familia y de su equipo de trabajo, que son para Thais Herrera la mancuerna perfecta para dar la milla extra en todo lo que se propone. “Antes de la cima, me visualizo con la bandera dominicana en la cumbre, y voy con el corazón lleno de humildad y mucho respeto ante la montaña. Cada uno tiene su montaña personal; las mías son con nieve, blancas, escalables. Quizás las tuyas sean terminar tu carrera, obtener un mejor trabajo, ahorrar, tener un hogar propio…sea cual sea tu montaña, sal y búscala.” finaliza. /R5/.
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