¡FELIZ AÑO NUEVO!
Espero hayan tenido unas grandes fiestas decembrinas con sus familias y seres queridos. Enero es un mes pesado, tanto emocional como financieramente, pero es la oportunidad de un nuevo inicio en todos los sentidos.
No esperaba que mi primer blog del 2023 tuviera un toque de tristeza o reflexivo, pero enero y las circunstancias lo propician. Este año cumpliré 29 años de edad (sí, ya estoy algo viejo) y, al tener un empleo, puedo hacerme de algunos juegos o coleccionables que de niño evidentemente no podía y mis padres no miraban necesario comprármelos.
Pero recientemente alguien de mi círculo cercano me criticó por comprar “juguetes para adornos” o gastar en videojuegos, según esa persona “no iba con mi edad”; usualmente, me divierto al escuchar comentarios así, pero que vengan de alguien que uno aprecia, cala. Entonces, en mi decepción, reflexiono porque muchos “chavorrucos” nos hemos hecho más gamers o geeks que las mismas generaciones de hoy en día.
Si somos francos, ¿Quién (de esos chavorrucos) no fue en algún momento a una maquinita con el cambio de las tortillas? ¿Quién no quiso ser He-Man o una Sailor Moon?; no digamos aquellos que todavía se compran su camisa o accesorio de Batman, de la Mujer Maravilla o Capitana Marvel y en Halloween son los primeros en hacer suyo esos personajes.
Yo veo normal que familiares, amigos e incluso parejas, crean que uno es infantil por ver aún películas o series de superhéroes o videojuegos, emocionarnos en convenciones de las famosas sagas, comprar “muñecos” coleccionables, etc. pero como dicen por ahí: “para gustos los colores”. A pesar de las críticas, no dejemos que la opinión de terceros nos afecte. Creo que el amor a lo geek o ser gamer es una elección, algo que muchos tenemos de niños y al crecer lo maduramos; y para muestra, el estudio “Gaming Grandparents 2022”, elaborado por la organización AARP, menciona que los adultos mayores que son abuelos juegan más videojuegos que quienes no tienen nietos. Además, quienes más juegan son los que están entre 50 y 59 años.
Por otro lado, la estadística señala que las abuelas juegan más que los abuelos, pues el 50% de las mujeres respondió que lo hace al menos una vez al mes, mientras que sólo el 43% de los hombres lo hace. En esa población y en adultos más jóvenes de 50 años, algunos psicólogos han mencionado que ayudan a mantener la mente activa e incluso en su agilidad o destreza. Sobre esto, el Instituto de Salud mental de la Universidad de Utah publicó otro estudio que aquellos que jugaron videojuegos diseñados especialmente para combatir la depresión, redujeron sus síntomas en un 50% en un lapso de 30 días.
Desde la comunidad HonduGeek, que fundé desde el año 2015, he tenido el honor de conocer a tantas personas de diferentes edades disfrutando del mundo gamer; desde niños de 5 años disfrazados de Robín hasta señores de la tercera edad como Batman o Batgirl; sin mencionar los diferentes cosplayers nacionales e internacionales que, incluso siendo padres de familia, disfrutan de los eSports o de una cinta de comics.
A pesar que hay momentos en los que uno se siente haciendo el ridículo al ser amante de esta cultura, debemos saber que somos la excepción a la regla; ese toque especial que la vida necesita; así que mi respuesta a todas esas personas que nos juzgan por esta afición es: JAMÁS SE ES DEMASIADO MAYOR PARA SER un GEEK O un GAMER.
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