En mi columna anterior compartí sobre una de las lecciones más valiosas que aprendí al vivir en Israel: ¡A descansar! Si aún no la has leído, ¡Te invito a hacerlo aquí!
Tomo esta oportunidad para compartir sobre una de las características que admiro de las personas: la resiliencia.
Resiliencia es la capacidad de adaptarse cuando las cosas no salen cómo esperabas. Es una habilidad que te permite asumir con flexibilidad los momentos cruciales, y sobreponerse ante estás situaciones, saliendo fortalecidos de ellas.
En diferentes situaciones hemos experimentado momentos difíciles, la pérdida de un ser querido, una enfermedad, pérdida de un trabajo, el fracaso de un sueño anhelado, etc. Cada persona, en algún momento de su vida ha experimentado situaciones fuertes donde piensan que nadie más entiende su situación. Sin embargo, es en estas situaciones donde muchas personas encuentran fortaleza, despertando en ellos una nueva forma de pensar y salir de esa etapa de estancamiento.
Muchas personas han tenido que pasar por muchas situaciones difíciles para llegar hasta donde han llegado. El esfuerzo y valentía nadie se los puede quitar, sin embargo, no todas las personas conocen las historias detrás de una imagen de éxito. En lo personal, prefiero escuchar y conocer el proceso de llegar, no solamente el éxito tan fugaz. ¿Cómo lo lograron?
¿Qué es lo que les motivó? ¿Cuál fue el impulso? ¿Cuáles fueron los retos? ¿Cómo los superaron? ¿Qué hicieron diferente? Estas son algunas preguntas que me gusta indagar.
Considero que las situaciones difíciles forjan carácter y te permiten crecer en aspectos que tal vez nunca imaginaste que podrías lograr. Entonces, ¿Cómo podemos llegar a ser personas resilientes?
En mi corta experiencia, estas son algunas de las características que he encontrado fascinantes de diferentes personas resilientes:
- Son personas que mantienen las situaciones en perspectiva. Son personas con pensamientos objetivos, sin embargo, siempre logran encontrar el tan conocido “lado bueno de las cosas”.
- Son personas que asumen dificultades como oportunidades de aprendizaje. ¡Nunca dejan de tener corazones enseñables!
- Son personas que no pierden de vista sus objetivos, y entienden que una situación difícil se podrá superar para alcanzar lo que anhelan.
- Son personas flexibles ante los cambios. En cierto momento alguien una vez me dijo: “benditos son los flexibles, porque no se quebrarán ante los cambios”.
- Son personas que conocen sus limitaciones y fortalezas. Son personas que cuidan de sí mismas tanto a nivel natural como emocional.
Existen diferentes personas que han sobresalido a lo largo de la historia, por esa habilidad de superar situaciones difíciles, y aún así, no perder de vista su propia esencia. Independientemente de quién sea tú ejemplo favorito de resiliencia, te invito a pensar en esas características que te hacen a ti, una persona resiliente.
Te invito a leer mi columna de opinión donde continuaré compartiendo diferentes temas de mi interés.
Ana R. Benitez. MSc. Agri. Calidad Ambiental (Universidad Hebrea de Jerusalén, Israel). Ing. Ambiente y Desarrollo (Zamorano, Clase 2017).
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